Rejuvenecimiento de Manos
Devuélvele a tus manos la juventud que merecen.
Manos jóvenes, naturales y cuidadas
Nuestras manos nos acompañan toda la vida. Están expuestas al sol, al frío, al agua, al paso del tiempo… y muchas veces revelan la edad antes que el rostro. El rejuvenecimiento de manos es un tratamiento médico-estético diseñado para mejorar el volumen perdido, atenuar manchas y revitalizar la piel de forma natural.
En nuestra clínica en Valencia, ofrecemos soluciones personalizadas combinando rellenos dérmicos (como ácido hialurónico), vitaminas, peelings despigmentantes y técnicas de bioestimulación, según las necesidades de tu piel.
¿Por qué confiar en mí para este tratamiento?
“Las manos no mienten. Muchas de mis pacientes me cuentan que sienten que su rostro está cuidado, pero que sus manos delatan el paso del tiempo.
El rejuvenecimiento de manos no es solo una cuestión estética: es devolverle equilibrio al conjunto, armonía al gesto y seguridad al mostrarse. Trabajo con técnicas no invasivas, seguras y con resultados sutiles pero visibles desde la primera sesión.”
Dra. Nagore Conde
¿Qué conseguimos con el rejuvenecimiento de manos?
Hidratación profunda y duradera
Recuperación del volumen perdido en el dorso
Atenuación de manchas pigmentarias
Piel más tersa, suave y luminosa
Resultados naturales, sin cirugía ni baja médica
Combinamos distintas técnicas (como infiltraciones, mesoterapia, láser o peelings) para abordar de forma integral todos los signos del envejecimiento en las manos.

Preguntas Frecuentes
Dependiendo del diagnóstico, se puede emplear ácido hialurónico, vitaminas, láser, peelings despigmentantes o mesoterapia. En muchos casos, se combinan para obtener un resultado más completo.
En tratamientos de relleno, el resultado es inmediato. Para mejorar textura o manchas, el cambio es progresivo y visible en pocas semanas.
El ácido hialurónico puede durar de 8 a 12 meses. Otros tratamientos como peelings o mesoterapia requieren sesiones periódicas de mantenimiento.
No. Usamos agujas muy finas y anestesia tópica si es necesario. El tratamiento es rápido, cómodo y sin apenas molestias.
Solo los comunes a cualquier infiltración: leve enrojecimiento, hinchazón o hematoma temporal. Son efectos mínimos y pasajeros.
No hay una edad fija, pero muchas mujeres inician estos tratamientos a partir de los 35-40 años, cuando empiezan a notar pérdida de densidad, sequedad o aparición de manchas.